22 ene 2011

últimos días



Unidad+1, en su primera puesta en público (2001), era una fórmula operativa que remitía a una idea crítica sobre el establecimiento y uso social del par público/privado, dentro/fuera , en franco dominio entonces, al mismo tiempo que encontraba pertinentes algunas preguntas sobre multiplicidad, diversidad, multitud, etc,... en un marco diseñado a partir del desalojo de lo ideológico tras el empuje de los diversos análisis de base pragmatista. La fórmula unidad+1 podía recibirse entonces como una propuesta para alojar las prácticas de arte en un espacio más allá de la convencionalizada crítica a la mercancía y al aura, más allá de Marx y Benjamin, lo cual comportaba alejarse de los posicionamientos alrededor del objeto de arte y sus crisis, para abrirse y recuperar los discursos que podían operar en un orden social concreto, localizado. Una manera de pensar la práctica de arte como práctica social entre otras.
El forzamiento que representa la noción de lo uno, leído en el interior de los nuevos marcos facilitados por el pensamiento único, invitaban a señalar el carácter extático de lo plural y diverso en el discurso sociocultural y político de aquellos años de final de la estrategia promocional de lo global, mostrando la gran contradicción que suponía un pensamiento (único) que tiene entre sus objetivos prioritarios generar una convención del vivir social contemporáneo desde lo transitorio, y por tanto, desde una nueva definición del derecho y la responsabilidad legal. ¿Qué legalidad había decidido la conveniencia de este proceso?, a ¿qué coste?, y y por último, ¿quién lo va a pagar?.
Unidad+1 [últimos días], diez años después, es una puesta en público de una problemática ya expuesta que apunta a un final sin consecuencias, porque tras el fracaso del modelo de capitalismo asentado en el dinero como expresión y constitución de poder, en detrimento de la producción, la política no ha mostrado capacidad de reformar el modelo o invertir conocimiento en pensar otros modelos más operativos con lo que se entiende por gubernamentalidad, por buen gobierno.  
Una mirada atenta a las inercias de los procesos en dominio, abre diferentes líneas de análisis que insertas en la reflexión sobre el sistema social del arte y sus prácticas, invitaba entonces, e invita ahora, a considerar interesantes algunas preguntas sobre la inevitable construcción de lo uno,  lo que es más interesante, a quién compete esa construcción.


9 nov 2010

unidad+1

¿dónde está el paraguas?. 2001

Unidad+1
En los trabajos de Fernando Illana realizados entre los años 1990 y 2000,  la "identidad" entendida como proceso productivo, ha sido la columna vertebral de las diversas producciones significantes y puestas en escena a través de diversos soportes y recursos disciplinares.
Acerca de este tema señala el autor que normalmente cuando hacemos alusión a la identidad, de forma inevitable nos estamos refiriendo más a una serie de identificaciones socializadoras, incluyentes, que a un yo entendido en sentido hegeliano, es decir, en la "libertad" que representa la igualdad sin límites consigo mismo".
Quiere esto referirse a que en los tiempos actuales de final de milenio, la identidad pensable ha de residir entre lo  que pueda restar del concepto hegeliano de identidad (autorreflexión), junto a la ausencia de trascendencia y consistencia de los sistemas autorreferenciales; ahí mismo, en ese exterior constituyente, es donde se pueden encontrar los materiales conceptuales que caracterizan los procesos de identificación y pertenencia en estos tiempos llamados postmodernos,  tardocapitalistas o de consumo.
A partir de esta constatación, cabe apuntar la conveniencia de analizar qué es lo que podemos entender hoy por individuo, por territorio y, cómo no, preguntarse acerca del destino de los "universales" y de las consecuencias que su pérdida ha ocasionado en los sistemas organizativos en una sociedad globalizada; allí, en ese orden donde "lo mismo" y "lo otro" se muestran de forma violenta y simultánea, a veces como lo mismo de lo otro, y en ocasiones, como lo otro de lo mismo.
Lenguaje (representación) y aritmética (cálculo) articulan conceptualmente la muestra unida+1  donde los elementos biográficos, de aprendizaje y contextuales, forman la gramática de un cierto orden constructivo a partir de los restos de subjetividad que los autores a pesar de todo se empeñan en conservar .